Una estrategia comercial óptima es aquella que permite conseguir el mejor resultado con el menor esfuerzo y coste, y en su consecución el canal directo tiene un papel prioritario, ya que es el canal con mayores oportunidades de fidelización y mayor valor para la oferta complementaria.
Para optimizar la venta directa es necesario contar con una estrategia global a nivel comercial, que tenga en cuenta la distribución B2B y B2C, así como el número de canales y distribuidores con los que cuenta el hotel. En esta estrategia, el revenue management y el marketing digital tienen una relación de complementariedad, para generar mayor demanda y optimizar la rentabilidad.
En consecuencia, cada hotel tiene un mix de distribución diferente que depende, entre otros aspectos, del destino y la touroperación que este tenga, de la mentalidad del equipo en relación a la venta directa y el marketing, y de su predisposición al análisis de datos.

Los españoles quieren viajar de forma más sostenible pero un 80% de los hoteles estudiados por la consultora de sostenibilidad The Good Concierge no saben cómo hacerlo.
Convertirse en “Hotel Regenerativo Competitivo” significa contribuir al resultado económico, social, cultural y medioambiental del territorio y hacerlo bien es cuestión de realismo, método y constancia, conectando de forma directamente proporcional la capacidad, interés y rentabilidad del hotel con el beneficio y bienestar que este aporta a sus grupos de interés.
No se trata de limitar el desarrollo, sino de cualificarlo para que, al generar más impactos positivos que negativos, convierta su operación en un círculo virtuoso, a través del cual se consiga que, si al hotel le va bien, al entorno le va mejor.

La inversión en tecnología, la necesidad de ser eficientes en la gestión costes o el papel de las marcas con una distribución cada vez más concentrada pueden hacer dudar de la viabilidad de la hotelería independiente.
Sin embargo, el hotel independiente tiene a su favor un mayor conocimiento del cliente y proximidad que le permiten abordar aspectos como la sostenibilidad, la calidad o la marca de forma más ágil. Asimismo, la aparición de centrales de compras y partners tecnológicos le permiten beneficiarse de las economías escala de terceros.
Encontrar los partners y la tecnología adecuada, potenciando las ventajas del hotel independiente, incide directamente en su capacidad de ganar competitividad.

El índice de digitalización del sector hotelero en España es de 46 sobre 100 puntos. Si bien la tecnología ha jugado un papel importante en la comercialización, aún hay margen de crecimiento en otras áreas, entre las que se incluye la fidelización.
La experiencia del cliente no solo abarca desde el check al check out, sino desde el primer contacto con el cliente hasta después de su alojamiento. Por ello, es importante contar con una tecnología integrada, intuitiva y fácil de usar, que permita convertir los datos en información relevante para el hotel, facilitando así los procesos de toma de decisiones.
Conceptos como la segmentación, la automatización de procesos, los algoritmos o los indicadores cobran importancia a la hora de fidelizar. Sin embargo, no se debe olvidar el acompañamiento, pues la implantación de cualquier software, desde un PMS a un CRM, requiere tener un buen conocimiento del hotel, sus procesos y el equipo, ya que esto marcará que los segmentos creados sean los adecuados.

¿Qué es la marca? ¿Es el nombre de un hotel o es su logotipo? Ambas y ninguna.
El nombre es el activo de la marca más permanente pero antes de estar ligado a una marca solo es una palabra vacía. El logo, en cambio, es una representación de la marca que nos ayuda a entenderla, pero tampoco lo es todo.
La marca va más allá de un nombre o logotipo, es un conjunto de asociaciones psicoculturales, todo lo que nos viene a la mente cuando pensamos en un concepto. Para un hotel, su marca viene determinada por todo aquello que influye en la percepción del cliente, desde su nombre o la ciudad en la que ubica hasta la expectativa que ha generado al cliente sobre su estancia o el número de estrellas que tiene, y que condicionan esta expectativa.

La marca del hotel, por tanto, existe con independencia de que este la esté gestionando.